LA ÚNICA VERDAD (parte 4)

lunes, 7 de julio de 2008

 


Definitivamente no me podía creer lo que veía. ¡Papá acababa de atacar a mi hermana provocándole una herida en el brazo!. Clarise saltó a un árbol cercano. - ¿Pero a ti qué demonios te pasa papá?- Dijo Joni enfurecido.- Quizá deberías tomarte una tilita- añadió con sarcasmo. Mi padre lo miró con odio. Miró a un lado y a otro para asegurarse que nadie observaba. Joni se elevó de el suelo. -¡ VOLVEMOS A ESPAÑA!- dijo mi padre con la mano izquierda abrió la puerta trasera del taxi y con la derecha obligó a Joni a entrar. Era uno de sus dones. Lo odiaba. - ¡NIÑOS, SUBID AL TAXI!- ¿Pero … y el conductor? ¿Cómo demonios le explicarían todo eso? Me pregunté. De pronto mi mirada se desvió a la del conductor.- ¡ TIO GUS!- era el hermano de papá. Ben y los demás se apresuraron a entrar al coche. Joni estaba paralizado, por el embrujo de papá. De pronto mamá se acercó a mí y me abrazo.- No lo hagas más difícil, entra en el coche … no quiero que te haga daño- me susurró. Miré hacía el árbol donde segundos antes mi hermana se había refugiado. ¡No había nada!- ¡Eric sube al coche!- Eric negó con la cabeza. – Lo siento papá, pero … yo … me quedo- mi padre abrió los ojos de par en par. - ¡ Ya eres mayorcito! ¡ Si prefieres a esos lobos antes que nosotros … que tu familia…! – Eso me enfureció ya no podía callar más. Me levanté. - ¡ Habló el que no interpone su deber como cazador a su familia!- sabía las grabes consecuencias que me traería eso, pero aún así no me pude callar. Mi padre me miró con furia y arrugo el morro- ¡Estarás satisfecha! ¡ Despídete de todo … pues no volverás … ¡JAMÁS! … ¡niña consentida!- ¿niña consentida? Dije a mis adentros. -¡Pues no quiero imaginarme al que no consientas!- uno de mis defectos era mi gran boca …- ¡ INSENSATA! – papá alzó la mano, sabía que significaba eso, miré a Bella- ¡DISELO, DISELO, BELLA! ¡ POR FAVOR! – le supliqué. Mi prima lloraba. No pude evitar sentir el pinchazo en el corazón. Me elevé del suelo. Ya no podía moverme ni ser consciente de mí. De pronto no vi nada. Una negrura se apoderó de mí. Sin duda ya estaba dormida.

BELLA P.O.V:

¡ No!- grité. El tío Marcus se llevaba a mis primos, se los llevaba a la fuerza. No podía hacer nada para impedírselo.- ¡ERIC HAZ ALGO!- Eric apretó los puños. Pero se limitó a ubicarse a mi lado. - ¡Volverá! Confía en Alex. – Claro que confiaba en mi prima, pero temía por ella. Jamás había visto a mi tío de esa forma. Yo lo recordaba amable y sonriente, y lo más importante, adoraba a su hija. Caí sentada en el banco de la entrada. De pronto me acordé- ¡Clarise! Eric … ¿está bien?- Eric dibujó una sonrisa torcida.- ¿Físicamente?- le miré extrañada- sí, pero … Clarise era una cazadora ejemplar. Cumplía las normas y no se saltaba ningún entrenamiento. Admiraba a papá … y que mi padre la prefiera muerta … - ¿Cómo un padre podía preferir a su hija muerta …? Charlie me seguiría queriendo cuando … ¿verdad? Me pregunté. – Bella, creo … que … hay alguien en La Push … con quien deberías hablar.- ¡Jake! Pensé - ¡No sé cómo se lo tomará! ¡ No sé siquiera como decírselo! – Eric suspiró- Mi hermana confió en ti, Bella. Debes hacerlo. – Me tiró las llaves del coche- ¿ No puede ser mañana?- pregunté mordiéndome el labio inferior. De pronto una sombra saltó justo a mi lado- ¿Estás bien, Bella?- una mano fría se deslizó por mi mejilla- ¡Edward!- lo abracé- He estado observando. Clarise … está … bastante mal- Eric se estremeció y apretó los puños, seguramente querría consolar a su hermana. Tres palabras resonaron en mi mente: “enemigos para siempre” . Eric era un licántropo y como tal, al estar cerca de un vampiro tenía que controlarse. Seguramente no querría hacer daño a su hermana, y por lo tanto no correría riesgos. Edward me besó la frente- ¡ Edward, he de ir a La Push!- se lo prometí a mi prima. Eric sufría por sus hermanas y lo único que en esos momentos podía hacer yo era cumplir mi promesa. Besé a Edward en los labios y me dirigí al coche. La puerta del piloto se abrió. Edward estaba a mi lado.-Procura ahorrarte los detalles- asentí con la cabeza, me asenté en el sitio del conductor. Edward cerró la puerta y giré la llave. El ruido insoportable de mi coche me indicó que podía arrancar.

Me dirigí a toda prisa hacía La Push. La verdad no entendía por qué corría tanto. Visualicé la pequeña casa de los Black. Aparqué. Se oían risas.

-¿Jake?- exclamé mientras entraba en el garaje. Embry y Quil se encontraban con él. Las risas cesaron. - ¿Bella?- entristecí el rostro.- Jacob …- agaché la mirada- Alex …- Jacob abrió los ojos como platos. - ¿Qué le ha pasado?- me agitó.- Marcus … - susurré, empecé a sollozar.


(Idea original de Stephanie Meyer// Idea del Fic: Ann, Vero y Ale)

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